Soneto 5
(Mujer de Cobre)
Tengo el cuerpo de una mujer
Forjada de cobre y de mar
Se desliza por mis manos
Como la luz de la tarde
Por las calles de mi pueblo dorado.
Tengo su voz ahogada en un suspiro
En la cadencia de un verso anidada
Desde su canto, canción encantada
Resuelve su pasión y lujuria,
Cuando derrama la fresca madrugada.
Tengo sus sueños envolviendo los míos
Despertando de tanto en tanto
Abrazados en cada suspiro,
Tengo su mano sobre mi mano
Como siempre he querido.